La película “Carancho” de Pablo Trapero
es una prueba de que el cine permite como toda manifestación artística, abordar
la realidad y transformarla. Su trama policial gira en torno a una serie de
hechos que muestran la connivencia entre médicos, abogados, policías y
compañías aseguradoras. Corrupción, estafa, de la peor calaña porque pone en el
tapete el abuso sobre los más indefensos y débiles de la sociedad.
En los casos de mayor vulnerabilidad,
los caranchos, están al acecho, listos para alimentarse de los despojos que
quedan. Pero también muestra “al cazador cazado”, nuevas víctimas de sus
propios delitos.
El carancho es un ave rapaz de gran
porte, típica de América.
Prefiere alimentarse de carroña y con
frecuencia se le puede observar comiendo animales que han sido atropellados en
la carretera. También es un cazador oportunista que ataca animales jóvenes o
heridos, utilizando como método inicial agredir en ojos, labios, y zona anal;
de manera que la presa resulte progresivamente indefensa hasta que, finalmente,
muere y es consumida. Su desplazamiento es más terrestre y son más caminadores
que otras aves rapaces.
Y se dice que la realidad supera la
ficción, y seguro que no faltan buitres al acecho en los hospitales esperando
la llegada de los accidentados, y si no hay, se inventan, y aparecen los
rompehuesos. Y están los espacios delimitados, cada cual cuida su rancho.
La industria del juicio entre las
víctimas de accidentes y sus familias y las compañías de seguro. La industria
que fagocita al débil.
Cuestionarnos sobre la realidad a
partir de diagnósticos serios facilita ese proceso de análisis y juicio crítico
que introduce los verdaderos cambios. Devela los misterios literarios que
reelaboran casos reales, crónicas policiales que se ven plasmadas en ficciones
en todos los formatos.
La cámara de Trapero mantiene con la
oscuridad de las escenas, lo oscuro del tema. Los personajes, sombras entre las
sombras, encuentran en las actuaciones de Ricardo Darín y Martina Gusmán, ese
costado vulnerable, que mueve a la compasión. Como verdadero ejercicio
catártico el film entrelaza las historias de Sosa y Luján para poner de relieve
las debilidades humanas y los vericuetos del alma.
Una película profunda, sin fisuras, con
un elenco que acompaña al director en perfecta armonía.
Ficha técnica de la película
Carancho es una película
argentina dramática-de suspenso de
2010 dirigida por Pablo Trapero y protagonizada por Ricardo Darín, Martina
Gusmán, Darío Valenzuela, Carlos Weber y José Luis Arias. El guion
fue escrito por Trapero junto a Alejandro Fadel, Martín Mauregui y Santiago
Mitre. Se estrenó el 6 de mayo de 2010.
Sinopsis
Sinopsis
La historia gira
alrededor de la relación que oscila entre el amor y el odio entre dos personas:
Sosa y Luján. El primero es el "carancho", un abogado corrupto que,
al igual que el ave de rapiña carroñera, vive de las víctimas de los accidentes de tránsito. Gracias
a una serie de contactos recibe el dato del accidente y llega al lugar antes
que todos, para ofrecer sus servicios legales a nombre de una
"fundación" (la cual en realidad es ilegal). Si logra captar a la
víctima le gestionará una indemnización, de cuyo importe deberá pagarle una
buena parte de la cual, a su vez, en comisiones (coimas) a policías y
paramédicos. Luján es la joven médica que hace guardias en un hospital de San Justo, y que durante sus
guardias conoce a Sosa. Con el tiempo descubrirá a qué se dedica, lo encontrará
otras veces en los accidentes y tratará de conducirse sin violar las reglas
éticas. Mientras la relación entre ellos va evolucionando, él entrará en problemas
con su jefe en la Fundación y buscará junto a Luján escapar de ese mundo sin
aparente salida.
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